…piénsalo: si no estás a la altura de tu enemigo; si te supera en armas, estrategia, ejército y, lo que es peor, sabes que no te ha mostrado todo su poder… ¿Por qué no aprender a su lado y estar en paz con él? ¿Para qué unirte a un equipo más débil y busca pleitos? Buena respuesta: porque no sabes actuar. Cualquier error tuyo que huela a traición lo impulsará a desaparecerte más rápido que una funda de pan en Nigeria. Quizás Dios te permita tener libre albedrío, pero tu enemigo inteligente no puede calcular bien con tanto azar. Cuando decidas lo que vas a hacer la consecuencia ya te estará esperando. El “qué” no es lo difícil de saber, el “cómo” es lo divertido.
“Por esto, cuando he conseguido una victoria, no vuelvo a emplear la misma táctica otra vez, sino que, respondiendo a las circunstancias, varío mis métodos hasta el infinito.” Sun Tzu