Veo que está de moda pensar que las guerras no son necesarias, que es una pérdida de tiempo destruir a tus enemigos. El problema de esta corriente de pacifistas es que han pasado de las guerras old school a una peor, una guerra fría. Esa guerra estúpida en la que “no me pasa nada” pero no te soporto. El old school mode era más divertido y hasta menos estresante; no se perdía tiempo con enemigos laterales. En el peor de los casos la hipocresía era parte de un plan, no un plan de vida.
Cada cual vive como se le antoje hasta el día en que sus caprichos chocan con los de otra persona más inteligente. El pacifista promedio se mete tan profundo en su papel de “no hago guerra” que no distingue entre cuándo gana – cuándo pierde… el único remedio es: darles soga suficiente para que se ahorquen ellos mismos.
Imagen: Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar – Salvador Dalí