Para entender por qué el día de San Valentín hace algo más que contribuir con el calentamiento global, tenemos que estudiar a fondo los cinco equipos principales del juego.
- Las relaciones ideales.
- Las relaciones indeterminadas.
- Las relaciones mutantes.
- Solter@s con opciones.
- Solter@s sin opciones.
El post de hoy está dedicado a los dos primeros.
Relaciones Ideales
Para las relaciones ideales el 14 de Febrero es algo así como un angelito de dos personas: Intercambio de regalos privado, cena diferente y uno que otro detalle más. Es un día que pasará sin pena ni gloria, una fecha que el aniversario, cumpleaños y nochebuena no tienen mucho qué envidiarle.
Los dos tienen el amorómetro prácticamente al mismo nivel, razón por la cual ambos quedan igual de satisfechos con su noche. [De ahí el título de relación ideal]
Estas relaciones no son fruto sólo de la casualidad, también requieren ser cultivadas. Exigen una tranquilidad mental con la que no todo el mundo cuenta; hacer un papel que, por más que intenten fingirlo los demás personajes de la obra, lamentablemente no a cualquiera le pega.
Relaciones indeterminadas
En estas relaciones uno de los dos involucrados no sabe en qué pie está parado. Por eso hay un desequilibrio en cuanto a la conformidad de la noche: Uno se esmeró buscando un regalo, el otro regaló por salir del paso… si es que regala algo.
Lo indeterminado surge básicamente cuando se está en una de tres situaciones:
- El hombre todavía está en proceso de conquista y no ha obtenido un sí o un no definitivo. [Factor que incrementa exponencialmente el valor del regalo]
- La pareja se encuentra en una etapa turbulenta de la relación y uno de los dos está más cansado que el otro.
- No hay un título oficial para la relación y uno de los dos lo necesita.[“¿Somos novios? No… no… él como que no está completamente en serio.” “¿Somos un agarre? Tampoco… hablamos todos los días, lo conoce la familia entera… NO” “¿Qué somos?”— son una relación indeterminada y tú vas a regalar algo mucho mejor que lo que te van a regalar a ti]
En estas situaciones se presenta la disyuntiva del costo-beneficio que, dependiendo del rol que toque, se parece a una de estas preguntas: “¿Cuál será el presupuesto indicado?” “¿No es esto demasiado?” “¿Es esto muy poco?“ “¿y si de todas formas no funciona?”
Mañana continuamos con las relaciones mutantes.