En materia de infidelidad, es difícil llegar a un acuerdo definitivo a la hora de responder la pregunta ¿Qué es ser infiel? … y más aún… ¿Cuáles son las consecuencias de serlo?
-¿Eres infiel?
– No… jamás!
– Amaneces chateando y… admítelo… algunas veces se calienta la cosa.
– Pero no vive aquí… nunca sucedería nada entre nosotros. Es sólo un desahogo mental.
-¿Serías infiel?
-La quiero demasiado… no podría hacerle eso.
-Desde que te das dos tragos llamas a tu ex…
-Somos buenos amigos… no hacemos nada malo.
-Fuiste infiel…
-Sí… pero eso fue sólo una noche, estaba fuera del país, más nunca hablé con esa persona.
… y así podríamos contar cientos de escenarios distintos. Cuernos a la medida, desde “simples desahogos mentales” hasta relaciones paralelas seriamente caóticas; toda una gama de colores para seleccionar.
- Cuerno verde/Coqueteo: Las conversaciones algunas veces se pasan de la raya. Hay palabras o gestos “como que no van”. En algunos casos es difícil reconocerlos porque tienden a presentarse bajo el título de “mejor amig@” o “persona cariñosa”.
- Cuerno amarillo/Tentación: Es un cuerno completo esperando el momento adecuado para ser colocado. Aquí están l@s que dicen: “Me gusta mucho… pero no me atrevo”; y l@s que ya se atrevieron pero no del todo. Algunos denominan este segmento Cuerno Mental.
- Cuerno rojo/chupluff: No hay abogado que pueda ganar el caso… es oficialmente un cuerno. Aquí no hay teoría de “mejor amig@”, “masaje libanés”, “no había más nada abierto y fuimos a hablar al motel” ni nada que pueda justificar lo que hacían en esa cama.
- Arcoíris/Maldito cuerno: L@s reincidentes. Repiten el proceso una y otra vez, desde distintos ángulos, creando esas relaciones paralelas que pueden llegar a ser extremadamente caóticas. La primera vez es un desliz; la segunda, tercera y cuarta vez una aventura; de ahí en adelante… un bello arcoíris sobre una húmeda campiña.
En este texto estudiaremos el arcoíris.