Vanessa? Mónica?… olvidé su nombre. Si se llamara Michelle, Patricia, Joanna, Claudia o Massiel el cuento sería distinto. Grrr! Ni siquiera tuvieron la cortesía de ponerle Marie por alguna parte. Ahora que lo pienso tiene cara de Sarah, aunque le creería si me dice que se llama Shantall.
Es un fenómeno parecido a la gravedad… a la locura; sin importar tu indiferencia continúa ahí, insistiendo. Pero… ¿para qué quiero el nombre?