-Jorge: Vengo ahora… voy por otra botella.
-Lucy: [Se paró a revisar su celular que se encontraba cargando en la sala]
Jorge estaba en la cocina descorchando el vino lentamente, estancado en el dilema del mago y la asistente: ¿Cómo hacer para que se crea el truco? Lejos tenía que a Lucy le importaba poco todo eso, que el trabajo ya estaba hecho.
Al ver que tardaba mucho, Lucy fue a la cocina.
[Él se quedó mirándola… desconcentrado con ese vestido tan a la medida de sus curvas]
-Lucy: Mi cara está aquí arriba. {sonrisa}
-Jorge: Te pasaste de vestido. {Comentario que buscaba la respuesta precisa}
-Lucy: ¿Tú crees que fue al azar? {Bingo}
-Jorge: ¿En serio? ¿Me vas a seducir a mí?
-Lucy: ¿Te voy? Yo creo que…
Interrumpiendo su línea la tomó como nunca antes la habían agarrado en su vida, con la actitud de alguien que no está improvisando. Ella respondió con todo lo que tenía en su repertorio, facilitando la movida hacia la pared más cercana. Tardaron pocos minutos en descubrir las virtudes del desayunador.
La ropa interior de ella delataba su anticipación, aunque en ese punto no era algo relevante. Lo único que a él le importaba era ese olor a mujer delicada siendo salvajemente recorrida.
Entre gemidos ella le hablaba al oído; muy sucio, con el rencor acumulado por el tiempo de espera. Él respondía como sólo un perro puede responder, lo que hacía que ella se pusiera aún más agresiva. Imposible pedir un escenario más justo: Ella quería ser el mejor polvo de un seductor y él quería cumplir con la expectativa creada por todas sus historias.
No necesitaron más de cuatro posiciones para solucionar el conflicto. ¿Sería este el primero de muchos? ¿Entrarían ahora en una amistad llena de silencios incómodos? Ese problema era de Jorge y Lucy del futuro… la preocupación en ese momento era el segundo round, en el cuarto de visitas.
¿Continúo?