Aire

Aire

Es muy selectiva con sus palabras, cada una tiene su misión. Para formar parte de ese discurso casi hipnótico deben pasar rigurosas pruebas establecidas por los mejores autores. Tener labios perfectos, mirada profunda y sonrisa fulminante no es suficiente para una mujer como ella. Quiere más, siempre más.

Cuando termina la depredación de neuronas sus víctimas no pueden explicar lo que sucedió… por una de dos razones: Orgullo o ignorancia. De todas formas, siempre deja evidencia; algo que le permita al resto de mortales reforzar el mito. No descuida su omnipresencia.

Tildarla de manipuladora es esquivar la pregunta: ¿De quién aprendió?