[…] Sé que no leerá esto, y si llegara a hacerlo malinterpretaría por completo la intención. No es un desahogo; no es mi forma de evadir conversaciones de las que podría salir mal parado… mucho menos intento inmortalizarla.
Puedes soñar todo lo que quieras -convertirla en estatua, poesía, canción- es una misión suicida. Su exceso de realidad termina matando cualquier inspiración. ¿Cómo consigue dejar ese sentimiento de vacío tras su entrega? Es algo en su lenguaje. Esa capacidad de proyectar lo contrario a lo que está diciendo, de asentir lo que con su mirada rechaza, de hacerte sentir tan único entre los que te rodean y tan igual al resto de mortales con los que ha tapizado su historia.
¿Por qué lo escribo?… porque me da la gana dhfkjsadfhiuhdfs sdflkjhdsf yuylhjdsilfhu sdoooihjdspoafhu sdflihjdsfkljhldkfjpor gighdsibhdsiuhsdfiughadfs asdfiluhsfliuhdsb smnbhdfliuhdsf slkjhiuhliuhdfs dsfiluhd dhgd ieptpnc lkjhdfkjlhdsjhb d dsflkjhlhdsfihudj cnbjhwoiufb dsluihsdbkiuef kjlhlkjhrioporoipioeh jhgbfhfiuisuhfohfdlokisdlkfc… nada muy profundo.