#Zugzwang

#Zugzwang

Ajedrez. Zug “jugada”, y Zwang, “coacción, obligatoriedad” – Cuando cualquier movimiento permitido supone empeorar su situación.

Quiere desahogarse pero no encuentra cómo. Escribe, dibuja, tiene novios… a raudales… mas no consigue salida por donde quepa un sentimiento tan grande, tan extraño. Trata Instagram: #paseo, #foodporn, #Ilivewhereyouvacation, #lalala. Puff, 70 likes y al drama nuevamente. Corre por más palabras, por más papel, más hombres, más fotos. Definitivamente quiere desahogarse, la pregunta es si su insomnio está en pasado, presente o futuro. Lleva algo muy dentro que no puede nombrar. Algo incómodo… casi triste… como una erección con la que nadie sabe lidiar.

II

Por un momento encuentra calma, se centra en su profesión. Aunque cree en Dios, la vida eterna… y esas cosas… no quiere pasar de largo sin dejar huella entre los mortales. El marinovio de turno confunde timing con destino, miedo a la soledad con amor. No entiende que está ahí no por ser la respuesta, sino porque a ella todavía no le ha llegado la pregunta; que su mente está en otras cosas; que lo único que hace que todo sea mágico es la ingenuidad con la que él la mira; que ella tampoco está escalando a la cima de la cadena alimenticia para terminar siendo vegetariana.

III

Entonces vuelve el sentimiento. Invocar a Dios, Coelho o algún escritor verdadero fuera de contexto no sería necesario si tuviera la pregunta correcta a mano. Por lo menos ya no siente la ansiedad ni el nudo en el estómago, en este punto el sentimiento es tan familiar como un domingo. Distraído por ropa interior, vestidos y olores interesantes, el marinovio ignora lo que sucede detrás de la simple sonrisa: ella ya partió en uno de esos viajes mentales de los que sólo regresan malas noticias. Como tantos otros en el pasado, la familia que él está soñando lleva el segundo apellido equivocado. Ella podría dejar todo hasta ahí en ese mismo instante pero no… no tiene prisa y los sueños de él, personaje secundario al fin, pueden esperar.

IV

Hasta que llega el día. La normalidad de despertar con el sentimiento y un marinovio en estado de descomposición se ve afectada por un reencuentro: ese amor cuya historia, intensa hasta el final, suprimió hace unos cinco o seis libros de superación personal. Por primera vez el sentimiento coincide con la presencia de él. No tarda en darse cuenta de que son lo mismo, que lo que siente tiene un nombre olvidado entre fotos, hashtags, sábanas y demás efímeros aciertos. Ahora entiende su pasión por los inicios. Ahora reconoce el tono de la voz en su interior, esa que le dicta resoluciones de año nuevo cada vez más cuesta arriba. Ahora puede pasar cuenta de los tantos hombres y ver con claridad la ilusión de libre albedrío.

En el fondo ella sabe que él comparte el sentimiento; que tiene su propia colección de corazones rotos; que todos los caminos lo conducen a Roma. ¿Cuántos cadáveres se necesitan para probar un punto?

Imagen via B&W Gifs
Now Playing: Dance of the knights

Recursos: Sam Harris – Free will