Marketing y Seducción

Marketing y Seducción

Después de unos días sin escribir, permítanme recalentar el motor con una vieja extrapolación buckeriana: Marketing y Seducción. Aunque en internet muchos otros ya se han animado a relacionar estos dos términos, espero que el approach bblog ayude a más de uno.

Este texto parte de las 22 de leyes inmutables del marketing, escritas por Al Ries y Jack Trout. La misión aquí es llevarlas a la realidad; ver cómo aplican en un tema de la vida cotidiana: seducción. A modo de introducción desarrollaré 3 de las 22 leyes.

El marketing no es una batalla de productos sino de percepción. En seducción ocurre algo similar: la percepción, por lo menos de entrada, lo es todo.

1. Ley del liderazgo: Es mejor ser el primero que ser el mejor.

Descripción: Debido a que la marca líder en cualquier categoría de productos es casi siempre la primera marca en la mente del consumidor, lo más importante  en marketing es que podamos ser “los primeros”. Muchas veces las empresas esperan a que se desarrolle todo un mercado para luego introducirse en él con un producto mejor, pero ya sabemos que estos productos de sucesión no tienen el mismo éxito.

Ahora bien… algunos de estos primeros productos no llegan a tener éxito debido a que son claramente malas ideas y no pasarán de ser más que ideas. Otros en cambio obtienen un éxito rotundo gracias a convertirse en nombres genéricos de alguna categoría (Kleenex, UHU, Cutex).

Explicación: Esta es la razón por la que un ex es un factor a tomar en cuenta. Una llamada en el momento preciso sacará de órbita al seducido.   “Algunos de estos primeros no llegan a tener éxito debido a que son claramente malas ideas…”

Esto es lo que distingue a un seductor de un afortunado. Por eso, a la pregunta ¿Cómo hago para volver con mi ex?,  si no tienes respuesta es muy probable que estés en la categoría de mala idea. Reinvéntate.  

Bien… ¿y si no podemos ser los primeros?

2. Ley de la categoría: Si no puede ser el primero en una categoría, invente una nueva en la que pueda ser el primero.

Descripción: Esta ley complementa y amortigua la ley del liderazgo ya que establece que si no podemos ser los primeros en una categoría, inventemos una categoría en la que sí podamos ser los primeros.

Se puede lograr convertir un producto de entre muchos en un líder simplemente inventando una nueva categoría, es decir, haciendo una variación en el concepto del mismo. Olvídese de la marca y piense en categorías. Todos los productos se centran en las mejores y máximas cualidades de sus marcas, mientras que el público se interesa en lo nuevo… y muy pocos en lo mejor.

Luego de que sea el primero en una nueva categoría, promocione dicha categoría ya que en esencia no tiene competencia.

Explicación: Aquí la palabra clave es innovar. Lo diferente siempre encuentra público: Rebelde, misterioso, estratega, impredecible son algunos de los tags que ayudan a potencializar el efecto.

Los hobbies también ayudan: Escriba, pinte, cante, juegue algún deporte, aprenda idiomas, toque algún instrumento, etc. Sin ser primero puede destacarse desafiando lo común y corriente: “primero que no sólo habla de carros” – “primera que no sólo habla de los problemas con las amigas”. (Jugar nintendo, programar computadoras y resolver problemas avanzados de cálculo no aplican)

Sea versátil para que no termine siendo lo que en inglés llaman “One-trick pony”, que en español sería algo así como “caballito de un sólo truco”.  

La ciencia de esto es que una persona que selecciona pareja porque desea y no por falta de opciones, por lo general queda anclada a características exclusivas de esa persona: más inteligente, más atractivo, mejor sexo, etc. Trabajar múltiples categorías no sólo garantiza la superioridad sobre los competidores anteriores, sino que disminuye las posibilidades de los sucesores.

#3. Ley de la perspectiva: Los efectos del marketing son a largo plazo

Descripción: Muchas acciones del marketing tienen efectos a largo plazo totalmente opuestos a los efectos de corto plazo.

A corto plazo actividades como unas rebajas aumentan el negocio, pero cada vez hay más evidencias que demuestran que las rebajas reducen el negocio a la larga porque educan a los clientes a no comprar a precios “normales”.

En la vida cotidiana hay muchos ejemplos de beneficios a corto plazo y pérdidas a largo. Por ejemplo: la inflación a corto plazo puede dar un buen movimiento a la economía de un país, pero a la larga conduce a la recesión.

Explicación: En seducción esas “rebajas/ofertas” se ven al inicio de la relación. El enamorado le compra el mundo a su pareja con tal de que ésta le pertenezca y cuando lo consigue se queda sin energía. Inician con el amor a todo vapor… todo bien, todo perfecto.

Es mejor una campaña menos agresiva y sostenida que estar a la mitad de la batalla sin municiones. Los grandes seductores miden a largo plazo. No hacen rebajas muy grandes e incluso aumentan el precio hasta el límite para mantener el suspenso. Mantienen la publicidad y siempre están innovando.

¿Ha visto alguna compañía que por su éxito deje de pasar anuncios? Las relaciones de largo plazo caen en el aburrimiento porque olvidan lo que los llevó al éxito: venderse. Esto conduce a que el que está más aburrido de los dos se encuentre vulnerable a otras publicidades más agresivas… y de aquí pasamos a la infidelidad.